Al inicio del año 1941, la banca comercial de la República Dominicana era totalmente extranjera y dominada por tres bancos: Nacional City Bank of New York; The Royal Bank of Canada; y The Bank of Nova Scotia. Las negociaciones llevadas a cabo entre el Gobierno Dominicano y The Nacional City Bank of New York se extendieron durante varios meses, concluyendo con la firma del contrato de compra-venta entre el futuro Banco de Reservas de la República Dominicana y The Nacional City Bank of New York. La institución bancaria estaría destinada a sostener el futuro de nuestra independencia y seguridad económica. En tal sentido, se procuró dar orientación y flexibilidad al ahorro, al crédito y a las inversiones dominicanas; promover y estabilizar el comercio y el canje de servicios internacionales; así como fortalecer la iniciativa particular, alentando la creación de empresas que diversificaran y vigorizaran la producción.